RECORDANDO UN AMOR

Posted on 20:58:00 by Paco Palafox




RECORDANDO UN AMOR Paco Palafox 1991

La tarde era triste, nublada y gris, no llovía pero el viento parecía llevar cierto
rocío que humedecía las calles, era el escenario perfecto para la melancolía; En casa
no había nadie más que Erica, que se encontraba en su recámara, las persianas
estaban a medio cerrar e impedían el paso de la poca luz que venia del exterior, su
puerta estaba cerrada, ese día no se escuchaba la música que tantas veces su mamá le
pedía bajar de volumen, el piso estaba inundado de hojas a medio escribir y cartas
viejas, la ropa no estaba en el closet como siempre acostumbraba guardarla, ella era
sumamente ordenada, pero ahora los cajones a medio abrir dejaban ver sus prendas
favoritas arrugadas o tiradas en los rincones, se sentía un ambiente muy triste,
lleno d e nostalgia.

Erica estaba tirada sobre su cama, boca arriba y con la mirada fijamente perdida en
el techo, mirando como sin ver tratando de encontrar en esa visión la sonrisa perdida
o la respuesta a sus preguntas, después de unos minutos de estar así, en silencio y
con la mente perdida, tomo de la misma cama una de esas tantas cartas, leyó lo que ahí
estaba escrito y sin hacer alguna expresión consciente, las comisuras de los labios
le temblaban como queriendo llorar, sus ojos se humedecieron, y una par de lagrimas
caminaron por sus mejillas, la mano sin fuerza se dejo caer al mismo tiempo que
soltaba el papel, después movió lentamente su cuerpo hacia esa mesita café que estaba
junto a la cama y vio la fotografía de él, de su gran amor, su amor perdido, un amor
que tanto había durado y tan de pronto se había ido, no se pudo contener más y ahora
esas pequeñas lagrimas estallaron en un llanto de dolor, un llanto que solo ella
podía oír, un llanto de dolor, de tristeza y de saberse sola.

Dentro de esa fotografía se encerraban mil recuerdos, el verla de nuevo hizo que los
momentos vividos en el pasado renacieran en su mente, y como si fuese una película
recordaba los momentos en que juntos caminaban por el parque, cuando se quedaban
después de la escuela unos minutos a jugar entre los árboles y las flores, recordó
también aquella vez que se metieron a escondidas a aquella película de acción con el
temor a ser descubiertos, cuando caminaron bajo la lluvia sin importar que se mojaran,
les encantaba ver la televisión juntos, gastar la tarde entre risas y juegos,
comiendo galletas o simplemente viéndose sin hablar, recordaba las ocasiones en ella
le demostraba su amor con un beso o tal vez dos, con una caricia o una sonrisa, estar
juntos era increíble.

El no era bien parecido, pero tenia un gran corazón, su cabello era negro y algo
rizado, sus ojos color miel, la nariz pequeña y eso si, muy delgado, Erica siempre
se refería a él como "mi flaco", y cada vez que se lo decía el sonreía y se ponía
feliz.

Lo suyo fue de verdad amor a primera vista, lo conoció en su cumpleaños, por
eso, las cartas y tarjetas se lo recordaban aun más.

Con todo su corazón deseaba viajar a través del tiempo y regresar a aquellos días.

Pero era imposible, ahora ella estaba sola, con el recuerdo, y con el deseo de
tenerlo de nuevo junto a ella, de sentirlo, acariciarlo y besarlo.

El ya no iba a regresar nunca más con ella, se había ido para siempre, y aunque hubo
algunas ocasiones en que como a todos les pasa, se iba, pero tarde o temprano
regresaba, sin embargo esta ocasión era definitiva y él no podría regresar, porque
ahora, el estaba muerto.

Sucedió al salir de la escuela, él fue por ella como tantas veces lo hacia, pero ese
día no tuvo precaución y por la emoción de encontrarse cruzó la calle corriendo y sin
darse cuenta que venía un auto en la misma dirección con exceso de velocidad.

Un solo impacto del auto hizo que el cuerpo volara unos metros cayendo en seco sobre
el asfalto.

Cuando Erica corrió hacia él aun tenía vida, agonizaba luchando entre la
vida y la muerte, con los ojos medio abiertos, lleno de sangre luchaba por respirar,
Erica lo tomo en sus brazos mientras lloraba desesperadamente y el como queriendo
hablar, como queriendo decir algo pero sin poder, solamente trató de abrir los ojos
para darle a Erica la mirada más expresiva de amor que pudiera dar, Erica la entendió
aun sin oír palabras, él lo expresó todo, pero al momento de volver a cerrar los ojos,
su cuerpo quedó sin sentido y murió.

Erica lloró muchísimo, como llora hasta hoy.

Y aunque ya han pasado algunas semanas, perderlo fue un golpe muy duro, le dolió
intensamente la dejó muy triste y eso es natural, porque... ¿qué niña de 9 años no
lloraría así al perder a su querido perrito French Poodle?



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